miércoles, 28 de febrero de 2007

BECA DE TRANSPORTE

La beca de transporte incluye pasajes de tren al 45 por ciento de su valor y boletos de micro a sólo 25 centavos. La inscripción cierra el 23 de marzo

La presidencia de la Universidad Nacional de La Plata informa que se encuentra abierta la inscripción para acceder a las becas de transporte. El beneficio permite que los alumnos de esta casa de estudios adquieran pasajes para los micros urbanos e interurbanos a 25 centavos y además incluye un subsidio del 55 por ciento en el costo del boleto del tren del ramal que une La Plata con la estación Constitución y las paradas intermedias.El boleto estudiantil, que comenzó a implementarse el año pasado, incluye 800 mil boletos de ferrocarril al 45 por ciento de su valor y 250 mil boletos de colectivo a un valor de 25 centavos para distribuir entre aquellos alumnos que tienen dificultades económicas. El servicio comenzará a funcionar a partir de abril.

Según explicó el presidente de la UNLP, Gustavo Azpiazu, “esta iniciativa apunta a la inclusión de los alumnos en el sistema universitario y se enmarca en el conjunto de políticas que encaramos desde la Universidad para contener dentro del sistema a los jóvenes con dificultades económicas”. Al respecto señaló que ya están funcionando las cuatro sedes del Comedor Universitario y que a mediados de marzo se abrirá la inscripción para las becas de ayuda económica de la UNLP.

Las planillas de inscripción para los aspirantes a los beneficios en el transporte público estarán a disposición hasta el 23 de marzo en la Dirección de Bienestar Estudiantil de la UNLP (Edificio de la Reforma Universitaria, calle 48 entre 6 y 7), y en las secretarías de asuntos estudiantiles de cada Facultad. Los requisitos para inscribirse son similares a los exigidos a quienes cuentan con los distintos sistemas de becas que tiene actualmente la UNLP o el Comedor Universitario.

El dinero para financiar los boletos de micro surge de partidas especialmente asignadas para ayuda estudiantil. Para poder ofrecer el descuento en el boleto del transporte urbano, la UNLP comprará a las nueve empresas de ómnibus locales un total de 250 mil tickets al precio fijado por las autoridades, lo que equivale a unos mil alumnos becados por año. La inversión será realizada con fondos propios de esta casa de estudios. En cuanto a las becas para pasajes de tren, la UNLP acordó con la empresa Transportes Metropolitanos Roca (TMR) el subsidio de 800 mil pasajes entre La Plata y la estación Constitución. El descuento del 55 por ciento en el valor del boleto es fundamental en la actual conformación del alumnado de la UNLP, debido a que después de la ciudad de La Plata, los distritos de Berazategui, Quilmes, Florencio Varela y Avellaneda son los que más alumnos aportan a la matrícula actual de la casa de estudios.

BECAS 2008

BECAS 2008

Ya esta disponible (http://168.83.90.30/becas.php) el formulario de inscripción para las becas 2008, correspondiente a la 12° Convocatoria, podrás verlo en el Menú Navegación-->Postularme a un beca-->Inscribite Aqui.
Los becarios 2007 podrán solicitar la renovación de la beca utilizando el mismo formulario de inscripción que los nuevos postulantes, aunque recomendamos ingresar al mismo a partir del mes de agosto.

lunes, 26 de febrero de 2007

El sábado 17 de marzo se llevará a cabo la segunda mesa de exámenes finales del año

El sábado 17 de marzo se llevará a cabo la segunda mesa de exámenes finales del año

En tanto, entre el 5 y 7 de marzo se realizará la inscripción a las distintas materias que se evaluarán ese día

miércoles, 21 de febrero de 2007

BECAS DE AYUDA ECONOMICA DE LA UNLP

BECAS DE AYUDA ECONOMICA DE LA UNLP
Corresponde a becas que otorga la UNLP desde el año 2003 para estudiantesLa inscripción para las becas 2007 comienza el 18 de marzo y finaliza el 13 de abril
El trámite se realizará por internet y el formulario electrónico de inscripción estará disponible en este Portal Universitario.

Abierta la inscripción para el Seguro Público de Salud de la UNLP

Abierta la inscripción para el Seguro Público de Salud de la UNLP

Destinado a los estudiantes de la casa de estudios que no cuentan con obra social. Consulte aquí el listado completo de los beneficiarios


El Departamento de Atención Social de la Dirección de Salud de la Universidad Nacional de La Plata informa que se encuentra abierta la inscripción para el Seguro Público de Salud.
El Seguro –que comenzó a funcionar a fines de 2005- permite que la comunidad estudiantil de la UNLP –incluyendo tanto a los estudiantes de grado como a los que cursan en los colegios- que no posee obra social, pueda acceder a una completa cobertura médica gratuita, con médicos de cabecera para controles clínicos y medicamentos.
Según explicó el Director de Salud de la UNLP, Adolfo Brook, la cobertura incluye el consultorio del médico de cabecera para adultos y pediátrico; consultorios odontológicos; atención en laboratorios de análisis clínicos; internación en hospitales públicos de la región; y distribución gratuita de medicamentos.
La cobertura sanitaria está a disposición de los beneficiarios en cualquier punto de la provincia de Buenos Aires, a través de la red de hospitales públicos y profesionales que dependen de la cartera sanitaria bonaerense. Esas prestaciones médicas están disponibles para los estudiantes de las 17 unidades académicas, y para los alumnos y padres las instituciones del sistema preuniversitario de la UNLP que no cuenten con cobertura en salud de la seguridad social o de compañías privadas, ni tengan capacidad económica para adquirir una.
El presidente de la UNLP, Gustavo Azpiazu, explicó que “esta iniciativa se inscribe –junto con los programas de becas y el comedor- en la política de contención de los alumnos que lleva adelante esta casa de estudios, y que apunta a la inclusión en el sistema universitario de aquellos jóvenes con dificultades económicas”.
Entre los principales servicios que se brindan a los estudiantes figuran la atención y el control con médicos clínicos de cabecera, atención odontológica que comprende urgencias y chequeos de rutina y la posibilidad de realizar los análisis correspondientes en el laboratorio privado que el beneficiario escoja.
Los interesados pueden inscribirse en la Dirección de Bienestar Estudiantil de la UNLP en el tercer piso del edificio de la Reforma Universitaria, en el horario de 10 a 15 horas. Cada estudiante deberá, con anterioridad, completar el censo social que realiza Bienestar Estudiantil; también deberán contar con la Libreta Sanitaria otorgada por la Dirección de Salud de la UNLP. Los requisitos para la inscripción son:-presentar la libreta sanitaria (expedida por la Dirección de Salud-UNLP)-presentar comprobante de no-cobertura del anses-presentar certificado de alumno regularPara realizar la inscripción, los alumnos interesados deben acercarse a: Dirección de Salud, Departamento de Atención Social, 48 Nº582--Subsuelo-De 7 a 14 horas.Tel.423-6845 Los alumnos pertenecientes a las Facultades de Odontología, Ciencias Exactas, Informática y Arquitectura y Urbanismo también pueden dirigirse a la Facultad de Odontología, Hospital-Escuela (calle 51 entre 1 y 115, en el Subsuelo, al lado de la Oficina de Implantes - Tel. 427-5024)- Licenciada Luciana Paleo. Martes, miércoles y jueves de 14:30 a 16:30.

El sábado 24 se llevará a cabo la primera mesa de exámenes finales del año

El sábado 24 se llevará a cabo la primera mesa de exámenes finales del año

En tanto, entre el 5 y 10 de marzo se realizará la inscripción al segundo llamado del 2007, teniendo como fecha examinadora el día sábado 17 del mismo mes

La mesa prevista para el sábado 24 será en el edificio Miguel Bru de calle 4.

A 11 AÑOS, SIGUE LA RESISTENCIA










domingo, 18 de febrero de 2007

Democracia universitaria y movimiento estudiantil platense en el siglo XXI




Democracia universitaria y movimiento estudiantil platense en el siglo XXI


x Clajadep - [ 07.03.06 - 11:26 ]
por Angela Beatriz Juarez (estudiante de la FP y CS de la UNLP)


“Es necesario el despertar de la sensibilidad social en los hombres. Es necesario que la injustisticia, el hambre, la enfermedad, el dolor y la explotación existentes se constituyan, aun cuando ello suene a paradoja, en elementos educativos a favor de la constitución de un nuevo estado de conciencia. No se trata de crear conciencias “caritativas”, sino simplemente justicieras. Es necesario que los marginados en todos los órdenes, aquellos que con su presencia y su fuerza tienen el poder de quebrar los universales ideológicos y de exigir una nueva libertad, un nuevo Dios, una nueva nación, adquieran la capacidad de organizar socialmente su presencia y su fuerza. El niño, el adolescente, desconocidos en las relaciones educativas en su alteridad, integran también el mundo de los marginados. De ahí el sentido profundo de las rebeliones estudiantiles”Arturo Roig[1]



Introducción
El movimiento estudiantil de la ciudad de La Plata, desde sus comienzos, sobresalió de entre sus pares de la región. Uno de los sucesos que lo llevaron a emerger ante la opinión pública fue la cuestión de la Reforma Universitaria, demostrando que nada tenía de subalterno y pasivo. En esta lucha de nivel nacional, los platenses (por nacimiento o por estudios) jugaron un papel decisivo, en la democracia universitaria, al participar de distintos encuentros corporativos que se realizaron, a fines de la década del ‘10 y principios de la del ’20, dentro y fuera de la Argentina. Su papel fue fundamental en la obtención del co gobierno y otras reivindicaciones académicas de la época.[1]
Desde entonces, los estudiantes universitarios platenses jugarían un papel primordial en las luchas por pugnar o detener reformas en la educación que pretenden la transformación social.
Algunas cuestiones que han perdurado desde 1918, en la ciudad de las diagonales, son las ideas (o, por lo menos, los ecos) de la importancia de la autonomía política, docente y administrativa que deben tener la casa de altos estudios en su desarrollo interno; la gratuidad de la enseñanza y el co gobierno –aunque no igualitario como en un primer momento-.
Esta organización en claustros, hoy hace de una división técnica que proviene de diferentes niveles de conocimiento un tipo de gobierno donde un sector predomina sobre otro. La última formulación de la Ley Nº 24.521de Educación Superior (LES), sancionada bajo el gobierno menemista, profundiza esta brecha otorgando la posibilidad de que el claustro docente (ahora unificado) tenga una representación aún mayor que la actual y complementando esto con incentivos económicos en favor de las camari­llas profesorales y en detrimento de los trabajadores no docentes.
Entonces ¿Se puede sostener que el cogobierno tripartito o cuatripartito, las Asambleas que eligen a los Rectores y las elecciones que se practican en las Universidades son expresiones de democracia académica? ¿Es democrático un régimen de gobierno donde uno de sus tres claustros, el de graduados, constituye una ficción, el eslabón débil de una cadena de imposturas? ¿Es democrático que los no docentes de la universidad no posean ni voz ni voto? ¿Es democrático que para obtener un consejero estudiantil por la oposición, en el Consejo Superior de cada Facultad, se necesite el 25% del total del padrón votante?
Evidentemente, tras ochenta y siete años, la disyuntiva de la problemática universitaria ha dejado de ser laica o no laica. En el siglo XXI la cuestión universitaria, en la ciudad de La Plata, pasa por su forma de gobierno, y en esta lucha, el movimiento estudiantil es un actor fundamental.


La democracia de la Institución
Para muchos docentes, estudiantes y autoridades de la UNLP alcanza con decir que dicha casa de altos estudios posee autonomía para afirmar que es democrática. Sin embargo, vale aclarar que ninguna universidad puede darse autónomamente su propia política desconociendo las opiniones, necesidades e intereses del pueblo.[2] La universidad no es, en ningún caso, una isla. La autonomía debe concebirse como un medio para poner en práctica la democracia (pues, no necesariamente son sinónimos) y no como un fin en sí misma.
A partir de la Ley de Educación Superior Nº 24.521, las instituciones universitarias tienen autonomía académica e institucional, lo que les permite dictar y reformar sus estatutos (suceso que debe ser comunicado al Ministerio de Cultura y Educación). Estos solo entran en vigencia a partir de que se los publica en el Boletín Oficial tras ser verificada su adecuación a la LES. En caso de desajusto entre el nuevo estatuto, propuesto por la universidad, y la LES, el ministerio lo impugna judicialmente. [3]
Previo a la vigente Ley Nº 24.521, el Ministerio se limitaba a acusar recibo de la comunicación de reforma de estatuto, tomar nota y archivar la documentación. Este procedimiento no es parte de la autonomía que da a las casas de altos estudios la actual Ley de Educación Superior.
Parte de esta autonomía, que pretende ser práctica de democracia, se basa -en la Universidad Nacional de La Plata (de ahora en más, UNLP)- en el co gobierno. Este sistema fue heredado de aquella reforma del ’18 y pretende asegurar la participación activa de los estudiantes en la enseñanza y su especifica representación (con voz y voto) en los consejos académicos. En este esquema tripartidario (profesores, estudiantes y graduados) los egresados han perdido peso[4] y se ha excluido a los no docentes (personal administrativo de la casa de altos estudios).
Más allá de la especificidad de la ciudad de las diagonales, se debe tener en cuenta que la UNLP se encuentra inmersa en contexto social determinado por los cambios y la vulnerabilidad institucional producida por las discontinuidades políticas y permeables a las lógicas del mercado capitalista.[5]
Pensar una organización académica (y, por ende, gobierno) que conforme a todos los actores de la UNLP es por demás complicado por la fragmentación que existe hacia su interior, pero no imposible. La división de esta casa de altos estudios se da tanto por las disciplinas que allí tienen lugar, por el tamaño de los establecimientos que a ella pertenecen, como así también por la estructura jerárquica de las cátedras.[6]
De allí que los mecanismos de representación que configuran la vida universitaria sean tan complejos y estimulen fuertemente la delegación, elitizando la toma de decisiones, que con una apariencia académica encubre una esencia definidamente política. Así la intervención política en la educación superior se hace extremadamente difícil y, la mayoría de las veces, la maquinaria burocrática logra su objetivo de escindir lo ideológico y lo académico como si fue­ran cosas separadas.
En la UNLP se da una suerte de formas burocráticas por parte de los cuerpos directivos que existen, en tanto que, formas colegiadas (Consejos Directivos o Superiores) de instancias ejecutivas que terminan por delegar la gestión de sus decisiones a determinados miembros de la pirámide de poder universitario (secretarios, rectores, decanos, etc.).
A pesar de que la LES no determina los órganos de gobierno ni su composición, funciones o atribuciones, si establece algunas pautas mínimas; como, por ejemplo, que el claustro docente tenga la mayor representación relativa (no inferior al 50% de la totalidad de sus miembros), que los representantes estudiantiles sean alumnos regulares y tengan aprobado el 30% del total de la carrera que cursan, que los graduados puedan elegir y ser elegidos si no tienen relación de dependencia con la institución universitaria (si es que se los incluye en los órganos colegiados), y que el personal no docente tenga representan en dichos cuerpos con el alcance que opte cada universidad.[7]
La universidad de la ciudad de las diagonales tuvo desde sus inicios un consejo académico de seis profesores titulares y adjuntos elegidos por sus pares, a causa de la Ley-convenio Nº 4.699 de nacionalización.[8]
El actual sistema de gobierno de la UNLP concuerda con el sistema de organización y gestión que se da a nivel Estado. Por ende, la casa de altos estudios de la ciudad de La Plata no está al margen de los desequilibrios institucionales del país, como tampoco lo esta de las presiones políticas que se dan en el actual período. Al igual que el resto de las Universidades Nacionales, ésta convive con las contingencias socio políticas nacionales que la atraviesan.[9]

De los claustros que tienen voz y voto en la UNLP

a) Estudiantes de la UNLP
Los estudiantes universitarios de la UNLP, en cuanto tales, no están direc­tamente involu­crados en las relaciones de producción; se preparan para ocupar en el futuro una posición en la economía. Ellos son actores fundamentales de dicha casa de altos estudios, por ende, receptores de su crisis.[10] Por eso su caracterización social debe tener en cuenta varios factores. Uno de ellos es la posición que ocupa­rán al terminar los estu­dios. Esto es, debe tomarse en cuenta la posición del estu­diante con relación a su futuro, o "como parte de una trayec­toria de clase".
Basta con prestar atención a la actitud y posición de, por ejemplo, un estu­diante que se prepara para ser administra­dor de empresas. Su visión es distinta a la de aquél cuyo futuro más probable sea, por ejemplo, el de intelectual semi proleta­riza­do (caso de un docente de escuela secundaria).
Sin embargo, este cuestionamiento no alcanza para fijar posición en cuanto a los universitarios. También se debe tener en cuenta otros factores tales como el origen social y la situa­ción actual (por ejemplo, si trabaja o no). Estos reactúan sobre las pers­pecti­vas del estudian­te y sobre su trayec­to­ria de clase.
De este modo, a un universitario de familia burguesa puede asegu­rarse una inserción laboral muy distinta a la de uno proveniente de los secto­res medios o bajos. Esto ejerce entonces una influen­cia central en la visión ideológica del estudiante y en la definición de sus intereses de clase. Y siempre estará mediada por los factores presentes, socia­les y políticos (como la coyun­tura de la lucha de clases).
La posición de buena parte del estu­diantado se define según coyunturas políticas, económi­cas y sociales. Por supuesto, algunos definen desde el inicio una trayec­toria clara­men­te burguesa; pero una inmensa mayoría tendrá una posición oscilante.
A pesar de que en el país no sobran los profesionales sino que están mal distribuidos[11], muchos de los estudiantes universitarios ya adquie­ren concien­cia de que los caminos están bloquea­dos, o por lo menos de que las perspec­tivas son res­tringi­das y su futuro será precario.
Esta división también pone límites insalvables a los proyec­tos de "uni­versidad al servicio de los trabajadores" dentro del modo de producción capitalista. No sólo por el carácter de clase de la institución universitaria, y su inserción en el conjunto social, sino también porque en el seno de la misma "comunidad universitaria" hay sectores que procuran limitar la oferta de egresados y asegurar sus posicio­nes futuras (a lo que se suma muchas veces la presión de los colegios de graduados por limitar la producción de egresados).
La antigua visión de que el paso por la universidad producía una homogenización de las desigualdades sociales, ya no existe. El estudiante medio, como el resto de los actores, demanda nuevas herramientas a la casa de altos estudios. [12]La misión de la UNLP en su contexto ya no solo es la de producción científica y formación de jóvenes, ahora debe dar respuestas a otras problemáticas sociales.

b) Docentes de la UNLP
La ley Nº 24.521 cita pocas normas sobre el personal docente de las universidades. Entre las que enumera hace referencia a que el acceso, permanencia y promoción de estos profesionales es parte de las atribuciones de cada institución. Además de esto, afirma que todos ellos deben poseer título universitario de igual o superior nivel a aquel en el cual se desempeñan (exceptuando a quienes acrediten meritos excepcionales y a los ayudantes alumnos).[13]
Esta última especificación peca de imperfecta, ya que al ser “ayudantes alumnos”, la misma categoría los excluye de la posesión de titulo; y en cuanto a los profesores eméritos o consultos ni siquiera ella misma establece categorías profesorales.
Más allá de las contradicciones que existen en esta ley, como en todas, existe otro factor que hace insuficiente el tipo de gobierno universitario que plantea: la diversidad de actores -dentro de los diferentes claustros-.
A pesar de que todos los docentes poseen un ingreso común (el presupuesto estatal), ellos no conforman una capa homogé­nea. Muchas veces, se da ordenamiento jerárquico según los cargos y la dedicaciones, lo que segmenta y estamentaliza los cuerpos docentes.[14]
Al vender sus fuerzas de trabajo, se insertan en la categoría de trabajadores intelectuales asalariados, en un proceso de proletarización creciente.
Sin embargo, este razonamiento aun no es completo pues, existe una canti­dad importante de estos intelectuales que no tiene en la docen­cia su fuente princi­pal de ingresos. Para este sector, sus intere­ses de clase no están determinados sólo, ni principalmente, por la relación que mantienen con la Universidad para la que traba­jan.
Para ejemplificar esta postura, alcanza con pensar en aquel docente que, además, está al frente de un gran estudio de abogacía, y que recibe una parte sustan­cial de plusvalía por su colaboración en los asuntos del capital (al tiempo que utiliza su cátedra univer­sitaria como elemento funcional para el cobro de sus honorarios profesionales). Este sujeto no puede, de ninguna manera, ser englobado en la misma clase social que la de aquel docente que trabaja exclusi­vamente en la Universi­dad por un salario que apenas le alcanza para obtener los productos de la canasta básica alimenticia. Mientras que el primero puede pertenecer a la burguesía, o a la pequeña burgue­sía acomodada, en vías de ascenso, el segundo se acerca a la clase obrera.
El segundo ejemplo de sujeto pertenecería al de los docentes universitarios que están "haciendo producción", y "en masa", que trabajan por apenas 250 o 700 pesos, corrigen cientos de exámenes, agotan su voz ante clases multitudinarias y deben seguir las pautas fijadas autori­ta­riamen­te por sus jefes de cátedra. Son intelec­tuales en vías de prole­ta­riza­ción, ya que no están aun completamente subsumidos a las condi­ciones impuestas por el capital.
La condición de estos muy distinta a la del primer ejemplo de sujeto docente (para el cual la cátedra es sólo un ingre­diente en un conjunto de actividades de las que derivan altos ingresos).
Esta es la bipolaridad que muchos ven en la docencia universitaria: o “intelectuales” que, desde un lugar de privilegio, dicen lo que hay que hacer; o “asalariados” que, enajenados de su condición de productores, sólo brindan un servicio.
Por todo ello, se puede decir que el conjunto docente es grupo social híbrido. De allí mismo, se explica por qué en muchas universi­dades en las que este último tipo de docente está muy extendido, los llamados a defen­der los intereses gremiales tienen un eco muy par­cial.
Todos los agentes de la educación están insertos en el sistema en el sistema capitalista y no llegarán nunca a una revolución dentro de este. Si pretenden transformar la educación, se verán obligados a hacer lo mismo con las bases del sistema económico.[15]
Sin embargo, esto posee un alto nivel de dificultad, pues como ya se ha dicho líneas arriba, varios docentes universitarios pertenecen a la burguesía; y es a esta a quien no conviene mantener los ojos de los docentes vedados en la ilusión de ser apóstoles de la enseñanza.[16]

c) Graduados de la UNLP
Lo novedoso de la Reforma del ’18 era la creación de ese nuevo claustro formado por los antiguos alumnos que habían terminado con éxito sus estudios y que son considerados necesarios para enriquecer el gobierno de la universidad.[17] Sin embargo, como ya se ha afirmado con anterioridad, graduados ha ido perdiendo terreno, por distintas razones. Una de ellas podría ser el hecho de que el estudiante egresado de la UNLP es victima de una educación universitaria ha descendido a un nivel de (o que antes era) el ciclo medio; la verdadera educación superior es cuartenaria y en posdoctoral a la que solo accede un grupo reducido de personas[18].
Sucede en muchas ocasiones que se requieren gran cantidad de conocimientos para acceder a determinados, pero luego no se haga uso de los solicitados al momento de ingresar. Al expandirse el sistema educativo y distribuirse los profesionales de manera errónea (acumulándose en las capitales) se incrementa el nivel educacional de la Población Económicamente Activa; por lo cual es ésta la que posee dificultades para conservar sus puestos de trabajo. [19]
Toda esta problemática laboral conlleva a que los graduados de la UNLP se esfuercen en conseguir (y mantener) un trabajo y no en continuar perfeccionándose. La continuidad de estudios post grados es casi imposible para ellos ya que una gran parte de los diplomados trabaja en áreas ajenas a su especificidad que no le permite disponer de un excedente con el cual costear el perfeccionamiento.
De este modo, gran parte de los egresados de la UNLP no vuelve a la casa de altos estudios. La mayoría de los graduados no son estudiantes de postgrado y en consecuencia, el claustro de graduados no puede tomarse como el ámbito de representación de los estudiantes de postgrado.[20]


Conclusión
Enmarcada en una ley hecha a contramano de la historia y la tradición universitaria argentina, de acuerdo con los requerimientos mercantilistas del Banco Mundial, la UNLP es victima de esta normativa de flagrantes contradicciones que pretenden conciliar los reclamos de los defensores y los detractores de la Universidad Pública, con saldo final que favorece la mercantilización de la educación, el quiebre del co-gobierno y la liquidación de la autonomía en todos sus niveles.
Es en esta universidad platense del siglo XXI donde el claustro estudiantil, como en todos los episodios de transformación de dicha institución, protagoniza y encabeza esta demanda de la anulación de la Ley Nº 24.521 (y luego apoyado por algunos sectores de los demás claustros). [21]
Si bien es cierto que existen dentro del co gobierno las lógicas propias del pluralismo político (como por ejemplo: las agrupaciones y tendencias), no es menos cierto que al tiempo posea fuertes elementos corporativos (ejemplo de ello son los claustros)[22]
La división en claustros es un obstáculo a la unificación de la comunidad uni­versitaria porque alimenta criterios corporativos en la toma de decisiones. Es imperativo reorga­nizar la Universidad de modo que los diferentes puntos de vista se expresen corno diferencias políticas y no sectoriales académicas. La abolición de los claustros y la deliberación conjunta en asamblea tiende a la eliminación de los privilegios y es un terreno más favorable para que los universitarios expresen sus puntos de vista sobre el rol de la Universidad en términos del enfrentamiento clasista presente en la sociedad.
Por ello, es necesario una nueva reforma universitaria que esté guiada por una crítica implacable del actual “demos” universitario. El concepto de cogobierno implica la existencia de claustros y debe ser reemplazado por la idea de autogobierno que está libre de este supuesto así como los actuales mecanismos de representación deben dar paso a otros más consustanciados con la democracia directa.
Se debe ir más allá de la teoría, hacer practica la democracia. Las modalidades que se han puesto en funcionamiento, en los últimos años, para regular la sociedad universitaria se centraron más en las instituciones que en los sujetos y más en la coerción que en el consenso.[23]


Bibliografía

· CANTINI, José Luis, La autonomía y la autarquía de las universidades nacionales, Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, 1997
· BIAGINI, Hugo Edgardo, La reforma universitaria: Antecedentes y consecuentes; Ed Leviatán, Bs. As, 2000
· FACULTAD DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN SOCIAL, Fundamentación de la transformación curricular, La Plata, 2005
· KROTSCH, Pedro y PRATI, Marcelo, La Universidad cautiva: Legados, marcas y horizontes, Ed Al Margen UNLP FAHCE, 2000
· PONCE, Aníbal, Educación y lucha de clases, L.J. Rosso, Buenos Aires, 1936
· PUIGGROS, Adriana, La otra reforma, ed Galerna, Bs. As, 1996
· TIRAMONTI, Guillermina; SUASNÁBAR Claudio; SEOANE Viviana, Políticas de modernización universitaria y cambio institucional, UNLP. FAHCE, La Plata, 1999
· UNZUÉ, Martín, “Democracia Universitaria: el rol del claustro de graduados”, Congreso Latinoamericano de Educación Superior en el Siglo XXI, Universidad Nacional de San Luis. 18-19 y 20 de septiembre de 2003




[1] BIAGINI, Hugo Edgardo, La reforma universitaria: Antecedentes y consecuentes; Ed Leviatán, Bs. As, 2000, Pág. 84.
[2] CANTINI, José Luis, La autonomía y la autarquía de las universidades nacionales, Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, 1997, Pág. 36
[3] CANTINI, José Luis, La autonomía y la autarquía de las universidades nacionales, Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, 1997, Pág. 46
[4] BIAGINI, Hugo Edgardo, La reforma universitaria: Antecedentes y consecuentes; Ed Leviatán, Bs. As, 2000, Pág. 71.
[5]TIRAMONTI, Guillermina; SUASNÁBAR Claudio; SEOANE Viviana, Políticas de modernización universitaria y cambio institucional, UNLP. FAHCE, La Plata, 1999, Pág. 98
[6]TIRAMONTI, Guillermina; SUASNÁBAR Claudio; SEOANE Viviana, Políticas de modernización universitaria y cambio institucional, UNLP. FAHCE, La Plata, 1999, Pág. 97
[7] CANTINI, José Luis, La autonomía y la autarquía de las universidades nacionales, Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, 1997, Pág. 56
[8] CANTINI, José Luis, La autonomía y la autarquía de las universidades nacionales, Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, 1997, Pág. 58.
[9]TIRAMONTI, Guillermina; SUASNÁBAR Claudio; SEOANE Viviana, Políticas de modernización universitaria y cambio institucional, UNLP. FAHCE, La Plata, 1999, Pág. 99
[10] BERDAGUER, Leticia Fernández, “La perspectiva de los actores sociales sobre la Universidad” en KROTSCH, Pedro y PRATI, Marcelo, La Universidad cautiva: Legados, marcas y horizontes, Ed Al Margen UNLP FAHCE, 2002, Pág. 255
[11] PUIGGROS, Adriana, La otra reforma, ed Galerna, Bs. As, 1996,Pág. 179
[12] BERDAGUER, Leticia Fernández, “La perspectiva de los actores sociales sobre la Universidad” en KROTSCH, Pedro y PRATI, Marcelo, La Universidad cautiva: Legados, marcas y horizontes, Ed Al Margen UNLP FAHCE, 2002, Pág. 253
[13] CANTINI, José Luis, La autonomía y la autarquía de las universidades nacionales, Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, 1997, Pág. 74
[14] TIRAMONTI, Guillermina; SUASNÁBAR Claudio; SEOANE Viviana, Políticas de modernización universitaria y cambio institucional, UNLP. FAHCE, La Plata, 1999, Pág. 97
[15] PONCE, Aníbal, Educación y lucha de clases, L.J. Rosso, Buenos Aires, 1936, Pág. 286
[16] PONCE, Aníbal, Educación y lucha de clases, L.J. Rosso, Buenos Aires, 1936, Pág. 292
[17] UNZUÉ, Martín, “Democracia Universitaria: el rol del claustro de graduados”, Congreso Latinoamericano de Educación Superior en el Siglo XXI, Universidad Nacional de San Luis. 18-19 y 20 de septiembre de 2003, Pág. 1
[18] BIAGINI, Hugo Edgardo, La reforma universitaria: Antecedentes y consecuentes; Ed Leviatán, Bs. As, 2000, Pág. 72
[19] BERDAGUER, Leticia Fernández, “La perspectiva de los actores sociales sobre la Universidad” en KROTSCH, Pedro y PRATI, Marcelo, La Universidad cautiva: Legados, marcas y horizontes, Ed Al Margen UNLP FAHCE, 2002, Pág. 258
[20] UNZUÉ, Martín, “Democracia Universitaria: el rol del claustro de graduados”, Congreso Latinoamericano de Educación Superior en el Siglo XXI, Universidad Nacional de San Luis. 18-19 y 20 de septiembre de 2003, Pág. 2
[21] FACULTAD DE PERIODISMO Y COMUNICACIÓN SOCIAL, Fundamentación de la transformación curricular, La Plata, 2005, Pág. 14
[22] TIRAMONTI, Guillermina; SUASNÁBAR Claudio; SEOANE Viviana, Políticas de modernización universitaria y cambio institucional, UNLP. FAHCE, La Plata, 1999, Pág. 97
[23] TIRAMONTI, Guillermina; SUASNÁBAR Claudio; SEOANE Viviana, Políticas de modernización universitaria y cambio institucional, UNLP. FAHCE, La Plata, 1999, Pág. 104

La Educación al servicio del mercado




La ley de Educación Nacional, sancionada semanas atrás, que entrará en vigencia en marzo de 2007 encauza al sistema educativo a la esfera privatista de mercado con el asesoramiento de expertos tecnócratas. Cumple a raja tabla las "sugerencias" de los organismos internacionales de financiamiento en materia de educación para América Latina. Analizamos como la educación es concebida como un bien transable orientado a la optimización de los conocimientos para maximizar la producción de mercado y cómo otras experiencias de países que ya aplicaron los recetarios elitizaron y convirtieron a la educación en el brazo derecho de la producción.


Por Luisina Castiglioni
Por ANRed - FR (redaccion@anred.org)



Desde el auge del neoliberalismo como modelo económico imperante, la educación fue vista como un bien de consumo rentable quitándole su carácter de derecho social. En la década menemista, la sanción de la Ley Federal de Educación (LFE)fue la materialización, en Argentina, de un modelo educativo que, desde ese entonces, ambiciona gestarse en América Latina: el traslado de la educación a la esfera de mercado para el desarrollo de sujetos con saberes tecnocráticos funcionales al sistema productivo mercantil neoliberal.
La ley de Educación Nacional, disfrazada de estrategias enunciativas progresistas no es más que la profundización de la LFE, sancionada en 1993 por el gobierno menemista, una puerta abierta al ingreso de capitales privados para hacer de la educación, un bien de consumo.


Educación: un área rentable

Contexto de la Educación Latinoamericana. El proceso de privatización educativa comenzó a gestarse a partir de la crisis de los estados de bienestar y el arribo de las dictaduras latinoamericanas dentro de un tejido de expansión del neoliberalismo. La concepción político-ideológica respondió al ataque del modelo de estado desarrollista por el excesivo gasto que suponía la intervención pública y la burocratización de sus estructuras.
Los sectores neoliberales sostenían que el sistema impedía la competencia individual vista como fuente de crecimiento y autorregulación económica que propiciaba el ambiente ventajoso para el desarrollo. De esa forma, la libertad individual suponía recuperar la libertad de mercado para cumplir con la promesa de justicia social a través de la meritocracia mediante el establecimiento de una serie de acuerdos estratégicos entre naciones orientados a garantizar el desarrollo económico, político y cultural del capitalismo globalizado.
En 1981 la administración Reagan elaboró el informe "Nación en Riesgo" que diagnosticaba "una crisis política en el hemisferio occidental y en Estados Unidos que expresa la pérdida de legitimidad de los regimenes democráticos y las clases dominantes". La centralidad que los organismos de financiamiento cobraron en el escenario mundial comenzó a marcar tendencias e impactos en los países del llamado tercer mundo.
El Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no solo desempeñaron tareas de crédito sino que desde entonces ejercen una función político-estratégica de carácter tutelar en los procesos de ajuste y domesticación en la reestructuración neoliberal.
En 1987 con la introducción de los Programas de Ajuste Estructural (Structural Adjustment Programmes-SAPs), el Banco Mundial "recomendó" y confirió a la educación el carácter de área de inversión económica socialmente productiva. "Las condiciones macroeconómicas adversas y la intensa competencia intersectorial por los fondos públicos ha reducido la capacidad de la mayoría de los gobiernos para continuar expandiendo la educación. Al mismo tiempo los sistemas actuales de financiación limitan la posible aportación de las unidades familiares. El resultado en el sector de la educación es insuficiente y no se aprovecha la disposición de las unidades familiares a favor de la educación (…)
Para restaurar el libre mercado,los organismos internacionales de financiamiento comenzaron a prescribir préstamos-puentes a los países tercermundistas. De esa manera, el Banco Mundial, FMI y BID a través de la aplicación de Consenso de Washington y los condicionamientos de ajuste en materia educativa y salud, para renegociar los endeudamientos que sopesaban sobre los países latinoamericanos, presionaban transferir la educación a la esfera económica.
En la década del 90, como si fuera un efecto cascada, los gobiernos latinoamericanos y las elites neoliberales locales- configurados en y desde tales grupos- fueron los promotores de la reformulación a través de la sanción de leyes educativas que cumplieron a raja tabla los mandatos de los organismos financieros.
Las elites gubernamentales locales argumentaban que no había que aumentar el presupuesto sino optimizar recursos humanos, capacitación e infraestructura a través del reconocimiento de que solo el mercado puede desempeñar el papel eficaz en la asignación de recursos y producir información necesaria para implementar mecanismos meritocráticos que orienten el proceso de selección y jerarquización de institución e individuos.
De esa manera, las reformas legislativas que se sucedieron en países como Chile (Municipalización de la escuela), México y Uruguay (Reforma Educativa), Brasil (descentralización de la educación) y Argentina (Ley Federal de Educación) sostienen sistemas de educación similares entre sí.
Todas apuntan a un solo recetario: a establecer mecanismos de control de calidad que garantice el mérito y la competencia mediante la subordinación de la producción del sistema educativo a demandas formuladas por el mercado de trabajo. Para ello fue necesario cumplir dos objetos: por un lado generar un mecanismo de descentralización de financiamiento mediante funciones y responsabilidades, transfiriendo las instituciones escolares de jurisdicción federal a provincial y de ella a la municipal, evitando el centralismo estatal. De esa manera se desarticularon mecanismos de negociación de gremios, flexibilización de las contrataciones y de distribución salarial.
Por otro lado, se buscó establecer una férrea centralización del control de contenido de la curriculas a través de programas nacionales de evaluación, pruebas de rendimiento y la implementación de programas de formación nacionales para que los docentes se actualicen en las variaciones y señales del mercado imponiéndolas en la política educativa. De esa manera, la política educacional queda en manos de especialistas, expertos tecnócratas y empresarios quienes son consultados por sus conocimientos técnicos en evaluación, formación y financiamiento.

Así, la educación comenzó a ser fiel reflejo de la segmentación social. El sistema educativo empezó a vomitar escalafones educativos: un nivel básico que educa para la sumisión y el analfabetismo funcional: la escuela para pobres y otro de formación avanzada, a la cual los pobres no llegan, que prepara individuos para el ejercicio del poder. De esa manera la educación se volvió reproductora de roles según la estratificación social de la estructura societaria.


Argentina: un alumno obediente

La incorporación de lenguaje de mercado y la aplicación a de las formulaciones del Banco Mundial, enmarcan a la nueva Ley de Educación Nacional (LEN) en la profundización de la tendencia del principio privatista en materia educativa para América Latina.
La estrategia enunciativa y las contradicciones que formula dicha ley no hacen más que prestar confusión al carácter de una normativa que concibe a la educación como un producto de mercado.
Por otro lado, no profundiza sobre el contenido curricular más que la orientación de la enseñanza según las necesidades de la comunidad. Pese a declarar el carácter obligatorio del nivel secundario, ¿cómo se concreta en un contexto de pauperización socio-económico y en lo denominado "servicios educativos"? Cuando se habla de la construcción de identidad nacional ¿Qué significa eso en una sociedad de clases bajo un contexto de globalización económica y mundialización de la cultura?. Cuando legitima el principio de subsidariedad a instituciones privadas ¿Dónde queda la responsabilidad innegable del Estado?. Cuando declara el carácter laico de la educación ¿cómo justifica la injerencia religiosa? Y sobre todo, ¿Cómo compensa la desigualdad social y educativa cuando promueve un sistema de diferenciación de acceso basado en dos tipos de gestiones diferenciadas: la pública y la privada?.La meritocracia contradice el principio de igualdad.


Mercados educativos-Educación mercantil
La educación pasa de ser un derecho a ser un servicio. La evidencia más concreta de la profundización del vuelco mercantil de la educación, en la reciente sancionada Ley, es la legitimación de la subsidariedad y el financiamiento del Estado a instituciones de gestión privada, lo que no solo pone en pie de igualdad la gestión pública y privada sino que contradice el principio rector de que la educación es un derecho social, al crear sistemas de educación diferenciales.
De esa forma, el Estado Nacional hace uso y transferencia de fondos públicos para sostener la actividad pedagógica del sector privado. Por cada peso que el Estado invierte, 0.59 es destinado a colegios privados. Al presente, las provincias destinan un 30 por ciento de sus presupuestos mientras que el Estado Nacional un 7.5, cuyo presupuestario total ronda el 14 por ciento, una cifra muy por debajo del 25 por ciento recomendado por la UNESCO.
Así, al mismo tiempo que se suceden recortes presupuestarios que se asignaban a la educación pública, un porcentaje del presupuesto total es transferido al sostenimiento de la educación mercantil. En una sociedad divida por clases, la igualdad debe suponer dar mas a los que menos tienen y no darle a todos lo mismo.
Por otro lado, la ley establece que las instituciones de gestión privada, entre otras cosas, "tendrán derechos a nombrar y promover su personal directivo, docente, administrativo y auxiliar, formular plantes y programas de estudio, aprobar el proyecto educativo institucional de acuerdo a su ideario" y como obligaciones "ofrecer servicios educativos que respondan a las necesidades de la comunidad" ¿cuales son las necesidades? Las de mercado. Están autorizadas según el artículo 68 "a prestar servicios la Iglesia Católica y demás confesiones religiosas reconocidas, las sociedades, cooperativas y organizaciones (…)".
Contrariamente al carácter laico que plantea la ley, la misma autoriza a los padres a elegir el tipo de educación según su convicción religiosa a la vez que abre a la desregulación educativa.
De esa forma, el boom de las escuelas privadas habrá de incrementarse tal como Capital Federal que cuenta con un 49.9 por ciento de escuelas privadas elitizando la educación en cuanto a su acceso mediante la discriminación por matrícula y recortando la formación integral a través de la implementación de saberes netamente técnicos.
Tal proceso llamado comunitario, permite a padres y otros agentes sociales, mediante cooperadoras, fijar criterios de selección, matriculación, cuotas y proyectos pedagógicos. En contrapartida, la enseñanza pública al estar exenta de matriculación será el lugar de ghetización de la pobreza y de excluidos profundizando la fragmentación social.


Centralización Curricular
En cuanto al control de contenido, la ley plantea mecanismos de inspección privados a la función docente, a través de a creación de consejos consultivos (integrado por el MECyT, CFE, empresas, ONGS, la comunidad educativa (padres), sindicatos y organizaciones de la sociedad civil) para la actualización curricular mediante acuerdos con responsables de medios de comunicación y responsables de mecanismos de concertación con sectores gremiales docentes y no docentes.
De la misma manera contempla la creación de consejos técnicos que definirán cómo, cuándo y qué medir en las evaluaciones del sistema educativo.
No solo eso, sino que las curriculas estarán a evaluación semestral para ajustar los contenidos a las necesidades de la "comunidad" dando lugar al ingreso sesgado del mundo privado.
Es más que latente que hoy en día, muchas cátedras universitarias son financiadas en sus investigaciones por empresas multinacionales y que tanto estudiantes secundarios como universitarios, sobre todo técnicos, legitimados por la Ley Técnico-Profesional, realizan pasantías en corporaciones que nada tiene que ver con sus estudios y son utilizados como mano de obra barata flexibilizando los regímenes laborales.


Precarización laboral y mecanismo de control docente
En el capítulo "De los docentes y su formación" está asentado que el MECyT y el CFE definirán los criterios de la carrera docente. En el artículo 68 se señala la diferenciación de trayectorias en dos opciones: áulica y directiva separando la experiencia de ejecución, además de concebir a la capacitación como una vía de ascenso en "la carrera docente". Sin contar que se introduce un nuevo sistema de precarización al implementar un régimen de pasantíaspara docentes.
Para efectivizar todo ello se creará el Instituto Nacional Docente que recibirá la asistencia del Consejo Consultivo el cual tendrá a cargo el asesoramiento,los criterios y modalidad de evaluación como así el de regulación de la formación de los docentes.
De esta manera, se deja en manos de expertos técnicos, sin experiencia áulica, la formación de docentes y la evaluación de la calidad educativa, pese a establecer que el Estado tiene la responsabilidad innegable.
Asimismo, la evaluación de las unidades educativas contará con la participación de docentes y otros integrantes de la comunidad educativa que revisarán "las prácticas pedagógicas y de gestión"(art 130).
En definitiva lo que establece es un control de padres sobre el desempeño y estabilidad laboral de los docentes, atentando contra la preservación de la fuente de trabajo y la autonomía del docente.
La normativa, aumenta la centralización de las decisiones políticas al punto que establece que las resoluciones del Consejo Nacional serán vinculantes, o sea, las provincias deberán acatarlas (art 125) o de lo contrario no recibirán fondos.
Por otro lado, paradójicamente, la ley caracteriza a la educación como un "bien público y un derecho personal y social garantizado por el Estado Nacional". Debido a ello la ley estipula 20 horas reloj semanales de clase para la primaria y 25 para la secundaria que serán de cumplimiento obligatorio por lo que ante cualquier alteración, el Ministerio y el Consejo Federal de Educación podrán declarar "la emergencia educativa" según el articulo 121, para permitir el dictado de clases con "normalidad". Tal normativa pone en peligro el derecho a huelga.


Descentralización financiera
Redundantemente la ley de financiamiento educativo, sancionada en 2004, que explicita la destinación del 6 por ciento del PBI a educación para el 2010 sujeta a las variables de desarrollo de la economía. Sin embargo, si se toma en cuenta la relación de devaluación peso-dólar, la normativa financiera representa una desinversión en materia educativa.
Por otro lado, la nueva ley no deroga la ya sancionada en 1992 y vigente ley de Transferencia a las provincias 24.049, que responsabiliza a las provincias y municipios a hacerse cargo de sus presupuestos educativos. De esa manera el estado se desentiende del financiamiento al transferir el rol que suponía ser potestad del MECyT a los órganos de gobierno micro y municipios.
Por otro lado, la ley de financiamiento, abre la puerta al ingreso de capitales privados a través del articulo de "responsabilidad de inversiones compartidas" a la educación, lo que abre la inversión de capitales privados, el canje de deuda por educación.
En contradicción la LEN, sostiene que "el estado no suscribirá a acuerdos con organismos internacionales que conciban a la educación como un servicio lucrativo o alienten forma de mercantilización de la educación".
Sin embargo, Argentina mantiene el acuerdo de la Cumbre de las Américas de 2005 que suscribe a aceptar formas de financiamiento como canje de deuda por educación, como sucedió con el acuerdo firmado con España. Ello sin mencionar el art 81, la nueva ley, suscribe a "impulsar acciones de cooperación técnica interinstitucional e internacional".
Es más que visible que la reducción del gasto educativo como porcentaje del Producto Nacional Bruto expresa una creciente disminución gastos de capital: deterioro edilicio, disminución salarial, flexibilización laboral, disminución de personal, reducción asociada a pago de la deuda.
Por otro lado, la desmantelación de la educación generó una transferencia hacia las familias de clase media para la financiación de la educación privada. Intensificando la segmentación y dualización del sistema educativo: brutal aumento de tasas de analfabetismo crónico, lecto-escritural, informático y estructural.
Nada se menciona de la Ley de Educación Superior de 1993 y la Ley Técnico-Profesional sancionada en 2005, leyes que instauran la privatización de la formación universitaria/terciaria, al igual que la Nueva Ley Nacional de Educación, y legalizan la preparación cultural mediante saberes tecnocráticos que legitime una sociedad gobernada por tecnócratas, de tecnócratas y para tecnócratas.

Calendario Académico MARZO 2007


domingo, 11 de febrero de 2007

Para todos todo... Para nosotros nada




Como todos sabrán (y podrán leer con más detenimiento en los materiales de La Redonda)… La Rodolfo Walsh, junto a Mancha de Tinta, siguen poniendo palos en la rueda al Centro de Tod@s... Sin embargo, destruir lo que le pertenece a los estudiantes no es la metodología más acertada para recuperar el centro como pretende… Agradecemos el apoyo de todos los compañeros que se contactaron con La Redonda, y en especial a Nehuen que posteo en su blog las fotos que tomamos del saqueo… Visiten el sitio http://yonehuen.blogspot.com/2007/01/centro.html